Podemos distinguir 6 agentes educativos en la escolarización
en familia, los niños, los padres, la familia extensa, los amigos, los expertos y la
comunidad próxima. Los padres son los principales agentes formadores de los
hijos pero no son los únicos. El auténtico protagonista del proceso de
aprendizaje es el niño. Desde bien pequeño aprende por iniciativa propia. Su
curiosidad innata y su singularidad definen sus intereses, sus habilidades y sus
talentos.
La familia extensa, abuelos, tíos, primos, configuran un
entramado de relaciones sociales de apego, rico en estímulos educativos. Los
abuelos aportan sabiduría, experiencia, trascendencia, sentido común, son una
pieza fundamental del aprendizaje en familia. Los tíos y los primos son una
segunda familia, amigos y compañeros de juegos.
Los amigos son imprescindibles. Es interesante el intercambio cultural y la interacción que se da entre ellos cuando juegan, cuando se reúnen para presentar sus proyectos, cuando trabajan juntos en cooperación, cuando van de excursión, a visitar fábricas, museos o centros de interés. Los amigos son una parte fundamental del aprendizaje en todas sus dimensiones, académico, en valores y habilidades sociales.
Los expertos son escogidos por los niños y por los padres como apoyo y refuerzo en los diferentes campos del saber. Acostumbran a recibir gratuitamente a los niños en su campo de trabajo y explican con entusiasmo su quehacer diario, su trabajo. Los niños les entrevistan, observan y dialogan para aprender de primera mano sobre su especialidad. Son una pieza clave para el aprendizaje contextualizado y experimental.
Los amigos son imprescindibles. Es interesante el intercambio cultural y la interacción que se da entre ellos cuando juegan, cuando se reúnen para presentar sus proyectos, cuando trabajan juntos en cooperación, cuando van de excursión, a visitar fábricas, museos o centros de interés. Los amigos son una parte fundamental del aprendizaje en todas sus dimensiones, académico, en valores y habilidades sociales.
Los expertos son escogidos por los niños y por los padres como apoyo y refuerzo en los diferentes campos del saber. Acostumbran a recibir gratuitamente a los niños en su campo de trabajo y explican con entusiasmo su quehacer diario, su trabajo. Los niños les entrevistan, observan y dialogan para aprender de primera mano sobre su especialidad. Son una pieza clave para el aprendizaje contextualizado y experimental.
Por último la comunidad, el barrio, los vecinos resultan también
un apoyo educativo de estimable valor. Los niños son conocidos en su zona
próxima, aprenden conviviendo en sociedad, practican los buenos hábitos y las
normas cívicas a través de la vida diaria en el barrio.
El niño con ayuda de sus padres, la familia extensa, los amigos, los
expertos y la sociedad va diseñando un
currículo personalizado a través del cual aprende los conocimientos y
competencias básicas además de otros conocimientos optativos y capacidades
individuales, máximas y libres que le distinguen, le hacen único y le
dignifican como persona.
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