dimecres, 5 de març del 2014

Organización del tiempo educando en casa

Ayer charlamos con Yvonne y con Natalia en el programa de MªJosé Cifuentes la gran guía de la educación infantil sobre la organización del tiempo en la educación de nuestros hijos.
Salieron temas interesantes, cuidar el ambiente para propiciar un aprendizaje por inmersión, diferencias entre aprendizaje espontáneo y aprendizaje académico, flexibilidad e individualización con cada uno de los hijos, la estructuración del tiempo: tiempo personal, tiempo de pareja, tiempo dedicado a los hijos y el juego como fundamento al desarrollo cognitivo, afectivo  y social.
Schinichi Suzuki (1969)observó que la adquisición del conocimiento se producía de manera espontánea en los bebés y los niños, aprendían algo tan difícil como es la adquisición del lenguaje por contacto directo con la lengua, por escucha, imitación y repetición. Ideó su metodología musical con esta filosofía consiguiendo resultados extraordinarios. Hoy en día el método Suzuki es considerado un método pionero en todo el mundo. Los niños Suzuki ven en el instrumento un juego, una pasión, un momento lúdico entre la madre y el hijo donde la música les une y les fortalece sus vínculos afectivos. Si se puede aprender así la música, también se puede aprender del mismo modo todas las demás disciplinas. ¿Cómo puede una niña de 5 años pasarse 3 horas diarias tocando el violín? Bueno, no es nada extraño si consideramos que esa niña está jugando, disfrutando y experimentando. Lo interesante es que está aprendiendo a través de su pasión, de su juego. Creo que con éste ejemplo se encuentra la solución entre la diferencia del aprendizaje espontáneo y el aprendizaje académico.
Estos dos tipos de aprendizaje, el aprendizaje espontáneo, natural, donde el niño aprende de manera activa, por contacto directo, por necesidad y el aprendizaje académico, donde el niño es enseñado de manera pasiva, no deberían ser antagónicos, deberían ir de la mano para el completo desarrollo de la persona.
Desde que nacemos hasta que vamos a la escuela se da mayoritariamente un aprendizaje espontáneo, así aprendemos a hablar, a caminar, a beber un vaso de agua, a poner la mesa, a recoger la ropa, a cocinar, etc Son aprendizajes que no se olvidan nunca, son aprendizajes vivos, provisionales, evolucionan con el niño. El niño tiene curiosidad, necesidad, por aprender. Sin embargo la mayoría del aprendizaje académico sitúa al niño como un ser vacío al que hay que llenar de conocimientos. Se produce entonces un aprendizaje de un saber dirigido, estático, infalible, que el niño debe memorizar para emitir y reproducir en un examen. Terminan olvidándose al cabo del tiempo. Son aprendizajes muertos, estáticos, inamovibles.
Pero si reflexionamos sobre el conocimiento científico una de sus características es su provisionalidad, su falibilidad, lo que hace que la ciencia evolucione, progrese y ocasiona el descubrimiento de nuevos retos científicos.  Deberíamos provocar en los niños conflictos cognitivos en su juego diario para que ellos investiguen y busquen a las fuentes del saber, en ese aprendizaje más formal de un modo crítico, con pensamiento divergente, fomentando diferentes resoluciones de los problemas y buscando nuevos retos, nuevos conflictos conceptuales para resolver.
Esas madres que comentaban ayer en la charla, mi hijo juega todo el día, ¿qué debo hacer? Está en sus manos crear un ambiente, a través de curiosidades, diálogos, enciclopedias para niños, documentales, juegos educativos, un ambiente que una el aprendizaje espontáneo con el aprendizaje formal, los niños así descubren el placer y la pasión de documentarse, investigar, experimentar, descubrir, crear y aprenden a conocerse a ellos mismos, sus intereses, sus inquietudes y sus aficiones. Esto es a mi criterio una educación integral.
 
 

Suzuki, S. (1969). Ability development from age zero. USA: Suzuki Method International.