Las fiestas de la primera semana de diciembre son un buen
momento para preparar el pesebre y adornar el abeto con luces, estrellas y
bolas de colores. El pesebre es la atracción número uno para los niños,
disfrutan haciéndolo y recreando la sociedad de Belén dos mil años atrás. Los
pastores al lado del fuego, el rio, el puente, los caminos de tierra que llevan
al pueblo, el establo con el buey y la mula, el bebé recién nacido en su
pesebre con la Virgen y San José, los reyes magos subidos en sus camellos con
sus pajes, los ángeles, la fuente, el granero, el huerto, las gallinas, año
tras año va creciendo la población de nuestro Belén.
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