Terminamos de levantar las paredes. Colocamos los zunchos perimetrales y
los rellenamos de hormigón y hierro para que puedan soportar toda la estructura
del tejado. Andreu y Adrià, unos amigos de las niñas, han venido a ayudarnos.
El trabajo es en equipo, unos mojan los ladrillos y la obra, otros hacen
mortero y están al tanto de rellenar los capazos para que a los albañiles "oficiales" no
les falta de nada, otros construyen al lado de Fernando y Jordi mientras los
pequeños recogen lo que ensucian.
El próximo día empezamos con el revoque, el rebozado y el fratasado de las
paredes, que parece fácil pero tiene su técnica. Esta casa va tomando forma.
Continuará.
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