Con un juicio precipitado podemos imaginar que los niños
homeschoolers no se esfuerzan en sus tareas y actividades diarias ya que surgen de sus propios intereses y del
juego, a simple vista parece que todo es coser y cantar. Sin embargo el esfuerzo está presente
en todos y cada uno de los proyectos. Detrás de un logro siempre hay la fuerza
de voluntad que nos ha ayudado a terminar el proyecto con éxito.
Cierto es que cuán más motivado está el niño para sus
proyectos, cuánto más ama lo que hace, menor es la sensación de esfuerzo, porque el trabajo se convierte en
un juego, pero el esfuerzo y la voluntad existe incluso en mayor medida que si
no estuviera motivado y fuera un trabajo forzado. El equilibrio entre la
sensación de esfuerzo y la motivación o amor por la actividad, es la clave del éxito de todas las
profesiones, en otras palabras, sarna con gusto no pica.
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