El final de la semana es para los niños motivo de alegría
porque significa que llega Fernando para continuar el proyecto de construcción
y bricolaje. Con mezcla de gravilla, tierra y cemento hacemos kilos y kilos de
hormigón para los cimientos de la casa. Hay que tomar niveles para ir definiendo
las guías maestras que nos permiten regular los desniveles naturales del
terreno, fratasar el hormigón con el fratás para que la gravilla descienda,
allanar con la llana y cemento en polvo para alisar la superficie. Una vez
terminado el trabajo hay que limpiar las herramientas con esmero y guardarlas. Con
los cimientos terminados el próximo día empezará la parte más divertida,
levantar paredes con los ladrillos.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada