La mayoría de campamentos aceptan chicos y chicas a partir de la edad de 8 años. Sara y Judit han estado 10 días fuera de casa, en un campamento religioso de alta montaña, con un montón de amigos, haciendo excursiones, actividades lúdicas y reflexionando sobre la vida de Jesús, su vida interior y los buenos hábitos. Ha sido toda una experiencia, 10 días sin papá, mamá ni hermanos. Han aprendido a lavarse su ropa, a tener extremo cuidado de sus cosas para no extraviarlas, a peinarse, a ordenar su habitación… Además han subido al Biciberri, una excursión tan larga que tuvieron que acampar una noche en la montaña, han ido a patinar sobre hielo, han hecho olimpiadas, teatros, cantos, tantas y tantas actividades que cuando regresaron a casa estaban agotadas, eso sí, muy contentas por todo lo aprendido y por las grandes amistades que hicieron.
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