Es muy interesante el libro de Elliot Washor y Charles
Mojkowski, Leaving to Learn, donde los
autores insisten en la necesidad que la escuela abra sus puertas al mundo real
para que el aprendizaje suceda satisfactoriamente.
Si abogamos por una educación personalizada debemos ser
flexibles y cuestionar el currículum escolar. Hoy en día existe demasiado
conocimiento susceptible de ser aprendido. ¿Qué contenidos culturales son
relevantes, imprescindibles para la formación completa de la persona? ¿Existe
realmente un único currículo al cual debamos someter a nuestros hijos? La
igualdad de oportunidades sigue insistiendo en un currículum igual para todos,
estándar, pero ¿porqué queremos que todos los niños sepan lo mismo si todos
ellos tienen aptitudes e intereses diferentes?
Se habla mucho de
educar en competencias y no tanto en conocimientos pero no se llega a aplicar
del todo bien a la práctica escolar diaria que todavía sigue dividida por clases
homogéneas y por asignaturas. Más importante que conocer cómo hacer una suma
es ser capaz de aplicarlo a la vida diaria, ir a comprar, saludar, controlar la situación, pedir lo que se
necesita, pagar y contar el cambio, resolver cualquier imprevisto o problema
que surja, establecer una conversación fluida, con autonomía e iniciativa
personal, etc. Todas estas habilidades son imprescindibles para el día de hoy y
de mañana, aprender haciendo, más que la simple práctica de problemas matemáticos,
o la memorización de conceptos inconexos, sin aplicaciones a la vida real.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada