Tiempo de cosecha para los melocotones, los melones y alguna
que otra fresa. La vida del payés no es fácil, debe cuidar los árboles durante
todo el año, evitar las plagas de insectos, los caracoles y vigilar a los
pájaros que no organicen un festín probando y picando una fruta tras otra. Cuando
llega el día de la cosecha y saca cuentas, no le salen los números. Aún y así,
la fruta dañada se aprovecha para mermeladas y zumos, con lo que ha costado, no
se puede desperdiciar nada. La lección más
importante es que los niños aprenden el ciclo de reproducción, la floración, el fruto y la maduración de los árboles y las
plantas herbáceas rastreras, como los melones. De este modo conocen la fruta, les encanta y la valoran.
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