Es asombroso observar el nacimiento de cualquier ser vivo,
por muy extraña que sea la especie. Los niños están muy acostumbrados a
observar el crecimiento de las plantas, la floración y la maduración del fruto,
pero esta semana tuvieron la oportunidad de observar el nacimiento de los
pollitos. Después de tres semanas de espera y de visitar cada mañana a su
gallina por fin un despertar se encontraron
que algunos ya estaban naciendo. Al terminar el día nacieron los que
faltaban. En el mismo día los pollitos ya andaban y picoteaban bajo las alas y
el calor de su madre. A los pocos días ya correteaban por todo el jardín
siguiendo a su mama gallina, ¡qué bonita estampa!
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