Es fantástico observar el dibujo de los niños. Empezó siendo
una grúa, luego se transformó en un camión, un camión de leña, más tarde debido
a un accidente con la pintura negra, se dibujó la noche en un apoteósico
frenesí con dedos y manos, pero la imaginación de los niños es imparable, y el
efecto sorpresa está siempre presente con la resolución creativa de los problemas,
el fondo negro se transformó en un autobús de color amarillo claro que viaja en
la noche estrellada… Sin embargo a medida que maduramos esta creatividad y esta facilidad de adaptarse se
pierde. Es hermoso también el dibujo de Sara y Judit, pero siento predilección
por la espontaneidad de los pequeños y el pensamiento divergente que muestran
por naturaleza. ¿Cómo canalizar la educación de modo que preserve ésta
creatividad? La respuesta a esta pregunta es el gran misterio de la educación.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada