Madalen Goiria, escritora, profesora
de derecho civil e investigadora del paradigma homeschooler, en su
libro 10 paradojas del homeschool se formula dos preguntas: “¿Por qué las
familias que escolarizan se sienten tan cuestionadas por las que deciden no
recurrir a la escuela? Y por otro lado, en paralelo, ¿Por qué las familias que
no escolarizan están tan obsesionadas por la escuela?” (Goiria, 2013) Es cierto que muchas
veces al defender la escolarización en casa como una opción educativa viable
parece que criticamos implícitamente las debilidades y carencias de la escuela
tradicional, como quien defiende la homeopatía frente a la medicina
tradicional. El homeschooling no pretende una lucha contra la escuela, la
escuela es imprescindible y necesaria para nuestra sociedad. Lo que sí es
cierto, es que no llevamos los niños al cole, seamos sinceros, porque no
creemos que el cole sea lo mejor para nuestros hijos. Del mismo modo hay
familias que piensan que es mejor la escuela pública que la concertada o
vice-versa. Es completamente legítimo poder escoger la educación de nuestros
hijos. El problema es que el homeschooling no es una opción educativa legal en
nuestro Estado. El Estado nos obliga a escolarizar nuestros hijos en una
escuela, una escuela que recibe fuertes críticas de autores notables como Ken
Robinson, John Taylor Gatto, Francesco Tonucci, Richard Gerver, María Acaso, John
Holt, entre otros y además arrastra un gran porcentaje de fracaso escolar. Es
ahí donde radica la paradoja. Estamos obligados a confiar en una escuela que hace
aguas y no tenemos amparo legal para nuestras creencias y motivos pedagógicos.
La mayoría de maestros y profesionales
de la educación reconocen que el sistema está fundamentado en unas bases
decimonónicas que no dan una respuesta adecuada a nuestra sociedad de hoy y
mañana.
Entonces, ¿cómo se resuelve esta
dicotomía? ¿Se puede negar a unos padres el derecho a educar a sus propios
hijos? ¿Es comprensible que los padres que optamos por el homeschooling podamos
perder la custodia y la guarda de nuestros hijos por buscar una educación
integral de calidad? Esto sí que es realmente paradójico y trágico. Como dice
Newman, los niños están condenados, no pueden escapar del sistema: “La
enseñanza formal es tremendamente importante cuando nos damos cuenta de que
nuestros hijos –desde la edad de cinco o seis años hasta los 16, 18 o más-
están obligados por la ley y los requisitos laborales a pasar 10, 12, 16 o
incluso 20 años en ámbitos escolares. Es una sentencia rigurosa sólo por haber
nacido niño o niña. Se supone que el cumplimiento de esta sentencia facultará
al joven para ocupar su lugar en la sociedad como miembro contribuyente y bien
adaptado. Sin embargo, hay alienación cuando los clientes no pueden escapar,
como sucede en las escuelas y prisiones” (Newman, 1981)
Es un problema gravísimo que no es
tratado por la administración con la suficiente seriedad que se merece. Aunque
la mayoría de los expertos en educación reconocen que tarde o temprano la
escolarización en casa será una opción educativa más de nuestro sistema actual,
como dice Sarramona: “Por el momento la “escolarización
en familia” no está permitida por las leyes españolas pero no resulta demasiado
aventurado pensar que la opción de escolarización en casa se puede abrir camino
entre un sector, siempre muy minoritario, de la población y que puede llegar a
ser aceptado legalmente, más si se mantiene y avanza la ola neoliberal por la
cual el Estado desregula progresivamente sectores de la vida social.(…) La
misma facilidad de acceso a la información que proporcionan las nuevas
tecnologías de la comunicación pueden propiciar, si no total al menos
parcialmente, la escolarización a domicilio”. (Sarramona, 2002)
Y ¿de mientras? ¿Es necesario torturar
a las familias con citas judiciales, visitas de servicios sociales, amenazas de
pérdida de custodia, obligados a escolarizar o condenados al exilio y estar a
la merced de la suerte o del funcionario de turno?
Bibliografía
Goiria, M. (2013). 10 paradojas del Homeschool.
Great
Britain: Create Space
Newman, F. (1981). Reducing student alienation in high
schools: Implications of theory. Nueva
York: Harvard Educational Review.
Sarramona, J. (2002).
Desafíos a la escuela del siglo XXI. Barcelona: Ediciones Octaedro.
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