“Cuando un pianista está interpretando una obra musical
presenta un fuerte consumo del hemisferio izquierdo del cerebro. En los
instantes en que lee la partitura, se activa la zona occipital, que es donde se
procesa la información visual. A continuación, cuando va a tocar las notas
musicales que ha leído en la partitura, se activa la zona cerebral que enviará
las órdenes a los músculos de las manos. Finalmente cuando ya está ejecutando,
está trabajando la zona motriz suplementaria que se conecta con los circuitos profundos
de la memoria” (Sergent, 2011)
La música es un arte que combina funciones cognitivas,
emocionales y motoras, estimulando ambos hemisferios cerebrales a la vez,
cuando cantamos o tocamos un instrumento, se activa prácticamente la totalidad de
nuestras conexiones neuronales. Es por ello esencial en el desarrollo integral
de la personas. Sin embargo con la nueva ley LOMCE esto no se tiene en cuenta,
es una de las asignaturas que más se ha visto perjudicada, incluso no es
obligatoria ni en primaria ni en secundaria, pudiendo un niño cursar toda su
enseñanza formal sin oír hablar de música.
Sin embargo a través del lenguaje musical se pueden desarrollar la
mayoría de los aspectos curriculares escolares. La música es un lenguaje
artístico completo, influye el tiempo, la velocidad, el timbre, la altura y la intensidad. Cuando interpretamos hay que
controlar todos estos parámetros físicos, matemáticos y sensoriales, además de
permitirnos la expresividad y el movimiento corporal. La música es el arte de las
artes.
Existen numerosos métodos para aprender música, en las
escuelas se utilizan mayoritariamente el método Kodaly, Dalcroze y Carl Orff.
En casa nos centramos en el método Suzuki que está enfocado hacia la práctica
instrumental, al fin y al cabo es lo que le interesa al niño. Aprenden por
imitación, a través de la audición musical, de la observación y la repetición,
tal y como se aprende la lengua materna.
Suzuki decía que este es el mejor método para aprender no solo música,
cualquier disciplina “The best method in the world is hidden within the mother
tongue Education, I thought. This event should fit into all education methods.
I began to search. Then, at
last I decided, If a child speaks his language fluently, he has developmental
possibilities. Other abilities should therefore develop according to the way he
is raised”. (Suzuki, 1969) Él investigó durante
toda su vida éste método, incluso los niños con necesidades educativas
especiales son capaces de aprender la lengua materna y hablar con fluidez.
Con este método es imprescindible que el padre o la madre
aprenda con ellos, se establece un apoyo, un vínculo afectivo entorno a la
música, un juego, donde el lenguaje musical une a la madre y al hijo, se
aprende por inmersión, con la misma naturalidad que aprenden a hablar.
Bibliografía
Sergent, J. e. (2011). De cuerpo y alma. En J. Jauset,
Música y neurociencia: la musicoterapia (pág. 68). Barcelona: UOC.Suzuki, S. (1969). Ability development from age zero. USA: Suzuki Method International.
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