Sigfrid lleva más de 8 años conduciendo autobuses. Cada día
le toca una ruta distinta, así no se aburre en el volante. Le encanta su
trabajo, hablar con la gente que sale a trabajar, siempre a la misma hora, los
niños y jóvenes que van al colegio o al instituto y los ancianos que aprovechan
para dar una vuelta en autobús. Sara y Judit le han preguntado si se le ha
estropeado el autobús alguna vez, si le han puesto alguna multa, cuántas
vueltas da cada día por la ciudad, si le han robado el dinero de caja, etc.
Sigfrid les ha mostrado cómo funciona el autobús, la cantidad de botones que
tiene para controlar puertas, espejos, plataformas y manejar la conducción. Es
un oficio interactivo y social pues siempre estás viajando de un lugar a otro
de la ciudad, en contacto directo con las personas, conociendo gente nueva y afianzando la amistad con los clientes
usuales.
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